Una guerra comercial nunca se circunscribe únicamente a dos países. Pensar que la tensión entre Estados Unidos y China respecto a las empresas tecnológicas, el espionaje o bloqueos no vaya a afectar a las relaciones comerciales con otros países es bastante ingenuo. Igual que pensar que las presiones de Estados Unidos a empresas chinas no tenga consecuencias en las empresas estadounidenses.
China y Rusia mantienen una estrategia común en muchos aspectos comerciales y geoestratégicos, sobre todo de cara a hacer frente a Estados Unidos y Europa. Por eso no sorprende que días después de que el gobierno chino dejase de usar el sistema operativo de Microsoft, ahora sea el ejército de Rusia el que deje de lado Windows.
China dejó Windows, pero no se ha podido confirmar qué sistema está utilizando ahora, y en el caso de Rusia, parece ser que reemplazará ese sistema por Astra Linux, la distro basada en Debian que empezó a funcionar el 2008. Aunque ya se utilizaba en gran parte de los servicios de inteligencia del país, ahora parece que será su único sistema operativo.
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Aunque Astra Linux nació como iniciativa privada enfocada a empresas, ha cogido tanta importancia dentro de los organismos públicos rusos que tiene acceso y control sobre información confidencial del gobierno.
Desde principios del año pasado venía anunciando el gobierno ruso la intención de abandonar Windows bajo distintas excusas, algunas de ellas eran el ahorro de tiempo y dinero, así como la estabilidad que aportaban otros sistemas operativos que además estaban más controlados por el ellos.
Pero con los últimos movimientos y las numerosas advertencias de espionaje que se han anunciado entre países y empresas, Rusia ha informado de que no pueden asegurar que el sistema operativo de Microsoft carezca de puertas traseras, por lo que bajo la excusa de la seguridad han acelerado el proceso de cambio desde Windows a su propia distro de Linux.
Creditos: computerhoy.com