Han pasado unos años desde que Linux solo fuera un sistema operativo para los muy entusiastas que querían »pelearse» con su ordenador. Actualmente, hay muchísimas distros de Linux que emulan un entorno de PC totalmente funcional con todo lo que un usuario, sin ser, ni de lejos, avanzado, puede desear. Y ahora tenemos más fácil que nunca probar Linux. Y es que, existe una Web que nos permite probar cualquier versión de Linux sin instalar nada.
Como decimos, ahora hay muchísimas distros de Linux, y un Windows o un Mac son equipos ideales para hacer un dual boot y tener lo mejor de Windows/macOS y Linux para ciertas tareas (y por su extrema velocidad en un equipo medianamente decente). De hecho, hasta hay versiones muy estables de Linux para Raspberry Pi.
El problema es, precisamente, que hay muchas versiones, y hay veces que no sabemos cuál vale la pena utilizar. Para eso está DistroTest, una web a la que podéis acceder desde aquí que contiene 714 versiones de más de 200 versiones de Linux diferentes. Y sí, están las más conocidas.
Mediante la virtualización, podemos probar cualquier versión de Linux sin instalar nada, y lo mejor es que es algo que se produce gracias a la virtualización, por lo que tenemos una cantidad de RAM asignada, así como cierto espacio en el disco duro virtual (1 GB, pero bueno).
Es cierto que no es una opción válida para emular fácilmente y sin instalar nada un entorno Linux, ya que hay muchas restricciones. Por ejemplo, los drivers brillan por su ausencia y no tenemos conexión a Internet (vital), pero el escaso espacio en disco tampoco permite instalar prácticamente nada.
Además, no todos los sistemas van lo bien que deberían ir… Por ejemplo, probando la última versión de Ubunto en un MacBook Pro con Intel Core i7 de séptima generación, el sistema va a unos tirones molestos. Es decir, no vale para virtualizar Linux y trabajar ahí, pero sí es muy útil para ver cómo es cada distro a nivel de interfaz y funciones básicas.
Es decir, sirve, sobre todo, para probar ciertas versiones de Linux antes de lanzarnos a la instalación en un equipo. Para que funcione la distro elegida, lo que debemos hacer es permitir las ventanas emergentes en esa página… y listo.
Tenemos media hora, que podemos extender otros 15 minutos, para probar cualquier versión de Linux sin instalar absolutamente nada. Es una buena idea, pero se nota que es un proyecto muy personal sin una gran empresa detrás.